¿Te has preguntado alguna vez por qué todavía celebramos reuniones de la Junta Asesora de Cambios (CAB, por sus siglas en inglés)? Han pasado 15 años desde la crisis financiera de 2008, que provocó la adopción generalizada de las CAB; sin embargo, seguimos haciendo lo mismo que venimos haciendo durante los últimos 15 años. El tiempo y la tecnología nos han alcanzado. Podemos jubilar nuestras reuniones de las CAB.
Las CAB se crearon por 2 razones principales: 1) para respaldar el requisito de separación de funciones, según el cual la misma persona no puede ser la creadora, la aprobadora y la implementadora, y 2) para recopilar información de la CMDB de manera colectiva. Pero ¿qué eficaces han sido a lo largo de los años? Se han realizado algunos cambios que han paralizado a las organizaciones. Al principio de mi carrera profesional como consultor, asistí como invitado a una reunión de la CAB de una empresa de nivel Fortune 500. Había más de 100 asistentes y más de 50 cambios que revisar en una reunión de 1,5 horas que se celebraba una vez a la semana. Tras la reunión, el gerente de cambios alardeaba de lo eficaz que había sido la reunión. Ahora, en retrospectiva, me pregunto “¿fue rentable en realidad?”. Con un cálculo rápido (100 asistentes, 50 reuniones al año, 1,5 horas de duración de la reunión), el coste anual de la CAB, desde el punto de vista conservador, ¡se calcula en torno a los 750 000 USD! Eso sin tener en cuenta los costes de oportunidad. ¿Cuántos de los 50 cambios se retrasaron porque no se pudo evaluar el impacto? ¿Cuántos de estos cambios aún fallaron o causaron errores de todos modos? Todo ello nos hace plantearnos la siguiente pregunta: si estas reuniones de la CAB son tan caras, ¿por qué las organizaciones siguen realizándolas?
Sí, puedes prescindir de las CAB. Apuesto a que si preguntaras en el departamento de Tecnología de la Información, la mayoría de tus compañeros detestan estas reuniones. Las reuniones de la CAB tuvieron su lugar a principios de la década de 2010, pero, a medida que las organizaciones abandonaron la infraestructura compartida, adoptaron tecnologías en la nube y empezaron a gestionar su CMDB, la necesidad de recopilar información sobre el impacto ha disminuido. Sí, todavía tenemos que cumplir con la obligación de separación de funciones, pero ya no necesitamos las CAB para hacerlo. Al usar ServiceNow, podemos aprovechar la información recopilada por la plataforma para tomar decisiones más inteligentes. Por ejemplo, disponemos de datos de la CMDB, la tasa de éxito de los cambios, el rendimiento de las aplicaciones y la información sobre el presupuesto de errores para informar nuestros procesos de gestión de cambios. Ya no necesitamos sentarnos en una reunión de una hora para revisar una lista de cambios. Tenemos la capacidad de obtener las aprobaciones necesarias fuera de estas reuniones de una manera mucho más flexible y dinámica. Si la COVID nos ha enseñado algo es que la colaboración forzada no es colaboración en absoluto.
Entendemos que la transformación no se produce de la noche a la mañana. Podemos trabajar con tu organización para modernizar el proceso de aprobación de cambios, actualizar la CMDB y optimizar las prácticas de DevOps para que el departamento de Tecnología de la Información pueda cumplir con las demandas de tu empresa. 15 años han sido suficientes: ha llegado el momento de prescindir de las CAB.
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